La ciudad

Castelló de la Plana
Joan Josep Trilles Font
Gestor Cultural · Icona Estudi

Entre las montañas y el mar, en un llano, crece Castelló. La historia de la ciudad es la de una capital que ha sabido reinventarse, evolucionar y modernizarse sin renunciar a las que son algunas de sus señas de identidad más importantes. La cultura, la lengua y las tradiciones locales están bien presentes en el día a día de la capital de la Plana.
 Castelló conserva en el centro histórico alguno de los símbolos más importantes de su historia. La plaza Mayor recoge edificios y monumentos significativos: como el Ayuntamiento, palacio municipal con más 300 años de existencia; la concatedral de Santa María, iglesia mayor de la ciudad desde el s. XII; el colorista Mercado Central y punto de encuentro; o la torre campanario El Fadrí, cuyo significado en castellano es el soltero. El Fadrí, símbolo de la ciudad, es una torre campanario exenta, de planta octogonal con una altura aproximada de 60 metros. Una de las peculiaridades de la torre campanario, además de estar separada de la iglesia, es que su titularidad es municipal y por tanto pertenece a los castellonenses.
 Pero el visitante puede encontrar más edificios significativos paseando por el centro como son el Teatro Principal, el edificio del Real Casino Antiguo o el magnífico edificio de Correos. La Farola, en la plaza de la Independencia, culmina este pequeño recorrido por el centro de la ciudad. Este monumento de 1929 conmemora el lugar exacto donde se coronó la imagen de la patrona de Castelló, Santa María del Lledó. Alrededor de este monumento podemos descubrir ejemplos de construcciones modernistas en las fachadas de varias casas. 
 El centro dista apenas 4 km. del mar, con la zona del Distrito Marítimo del Grau. Las tres playas de Castelló están, sin duda, entre las mejores de España, tanto por la calidad de las aguas como por los muchos servicios y actividades lúdicas que encontramos en ellas. El Puerto Comercial y el pesquero representan una importante actividad económica y también atractivo turístico y comercial. Destaca la plaza del Mar, punto de encuentro de los castellonenses, graueros y visitantes. Se podría decir que es el centro neurálgico de El Grau, junto con el Real Club Náutico, las dársenas del puerto pesquero y el puerto comercial. Restaurantes, tiendas, pubs, cines y hoteles se concentran junto a esta plaza. Y para los curiosos de la ciencia, frente a la playa del Pinar se alza el majestuoso Planetario, centro de referencia en la Comunidad Valenciana.
 Desde aquí parten algunos de los barcos que permiten realizar excursiones a las Islas Columbretes, o rutas para conocer la costa. Y, por supuesto, si queremos conocer a fondo la gastronomía castellonense, es en este distrito marítimo donde podremos degustar los sabores del mar.
Y si somos amantes del turismo relacionado con la naturaleza, Castelló guarda uno de los tesoros más valiosos del Mediterráneo, las Islas Columbretes, Reserva Natural de gran valor ecológico. Estas islas de origen volcánico constituyen uno de los ecosistemas más interesantes y únicos del archipiélago Mediterráneo. La fragilidad de las especies que albergan hace que sólo sea posible visitar la mayor de sus islas, la Isla Grossa, bajo un estricto control. Y para quienes les gusta el senderismo o la bicicleta de montaña, contamos con el cercano Parque Natural del Desert de les Palmes. El espacio natural cuenta con una serie de ruinas y construcciones de notable interés como son el castillo de Miravet, castillo de Montornés y el Castell Vell, así como la ermita de Les Santes y de la Magdalena.
Todo en una ciudad volcada también con el deporte, en la que se celebran más de 200 competiciones deportivas de primer nivel cada año. Su especial configuración geográfica, completamente llana en el término municipal y con estribaciones montañosas cercanas y su suave clima mediterráneo, que garantiza prácticamente trescientos días de sol al año, le hacen el marco ideal para deportes al aire libre. En los últimos años, los grandes eventos deportivos, como el Maratón Internacional que se celebra a primeros de año, han entrado a formar parte de la vida de los castellonenses.
Nuestra ciudad, nuestra gente, tiene un marcado carácter mediterráneo. Las fiestas grandes de nuestra ciudad son sin duda las Fiestas de la Magdalena. Nuestras fiestas presentan un componente diferenciador con respecto a las celebraciones de otros pueblos y ciudades ya que Castelló no festeja con estas a su patrón, como suele ser frecuente, sino que la ciudad asume el reto de conmemorar sus orígenes. Se celebra siempre el tercer sábado de cuaresma, lo que significa que no cuenta con un día fijo en el calendario. Considerada como una de las fiestas mediterráneas más importantes, la Magdalena, declarada fiesta de interés turístico internacional, presenta el testimonio de una ciudad viva, que mantiene el palpito de su historia convertida en metáfora festera. mitología, tradición, leyenda e historia se funden y dan la mano en el crisol de la cultura popular de nuestra tierra.
 Pero Castelló no solo cuenta con estas fiestas. El distrito marítimo vive con especial intensidad las fiestas en honor a San Pedro, patrón de la ciudad. En estas fiestas, que tienen lugar en la semana del 29 de junio, se puede disfrutar de una gran diversidad de actividades como la Cabalgata del Mar, la ofrenda de flores a San Pedro y la procesión marítima. Cabe destacar que se han convertido en una de las citas más concurridas de la temporada estival y son el punto de encuentro de visitantes y ciudadanos.
Si hablamos de cultura, Castelló también tiene mucho que ofrecer. Espacios como el Teatro Principal, el Auditori i Palau de Congressos, el Museu de Belles Arts o el Espai d’Art Contemporani de Castelló (EACC), el museo de Etnología o el Edificio El Menador son fuentes constantes, durante todo el año, de propuestas de primerísima calidad. 
 El Museu de Belles Arts de Castelló es doblemente interesante, primero por el patrimonio artístico-cultural que alberga y segundo, por el edificio mismo que acoge este patrimonio. Desde 2001, el caudal cultural del museo, itinerante hasta ese momento, encontró una sede construida a su medida en este magnífico edificio edificio de 16.000 metros cuadrados premiado en diversos certámenes de arquitectura. El museo cuenta con varias exposiciones permanentes que se nutren de los fondos que inicialmente formaron el Museo Provincial de Bellas Artes de Castelló, creado en 1845, de la colección artística de la Diputación Provincial de Castelló; de diversos depósitos (Museo Nacional del Prado); de donativos y de legados.
Y para recuperar fuerzas qué mejor que Castelló. Sin duda alguna nuestra ciudad puede considerarse una auténtica privilegiada en cultura gastronómica. Los deliciosos contrastes que proporcionan el mar y la montaña que rodean la ciudad, hacen de la cocina castellonense un placer apto para todos los públicos. Como ciudad mediterránea, el arroz, los productos de la lonja del Grau y el marisco son dos piezas fundamentales en la dieta de la zona, pero no hay que perder de vista los alimentos tradicionales que proporciona el interior de la comarca. Para los más golosos Castelló de la Plana es la ciudad perfecta. La gran variedad de pastas caseras que se pueden encontrar en los hornos de la ciudad, harán las delicias de los grandes aficionados al dulce. 
Los castellonenses, somos llanos y acogedores haciendo honor al nombre de nuestra ciudad y damos la bienvenida a todos los participantes en el Congreso Nacional de Ginecología y Obstetricia que celebraremos en Castelló a finales de noviembre.
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